Se suponía que el confinamiento iba a durar quince días. Nos encerraron el 15 de marzo del 2020. Hoy es 27 de abril y seguimos sin poder salir. Al principio no pintaba mal eso de dar las clases online, ahora hasta echo de menos a los profes. Aunque seguimos en contacto, sobre todo, añoro a mis amigos, y eso que nos pasamos los días haciendo tiktoks.
Nunca pensé que los días pudieran hacerse tan largos. Aún dando clase por la mañana y haciendo los deberes por la tarde el día parece infinito, apenas son las seis. Durante el poco mas de un mes que llevamos confinados, mis padres y yo nos hemos enganchado a Los hombres de Paco, y eso que tiene diez temporadas. Aunque eso no es un problema para nosotros, antes de esa vimos Juego de Tronos, y nadie nos había encerrado. Sofía, mi hermana, se pasa los días leyendo, devora los libros, uno detrás de otro. No sé cómo no se ha muerto del aburrimiento. Como si el encierro no fuera suficiente.
El último libro que yo me
leí se titulaba El nou diari de la jove maniàtica
. Era una lectura
obligatoria para la clase de valenciano. Lo podéis adivinar, ni me lo leí, ni
aprobé. Sin embargo, el libro que estaba leyendo Sofía hoy reconozco que era
interesante. Cuando he terminado el capítulo de Los hombres de Paco que estaba
viendo con mis progenitores, he ido a molestarla un rato, mi hobby favorito, y me
ha leído un poco. Al parecer trata sobre una chica que se ofrece voluntaria para
salvar la vida de su hermana a la que iban a enviar a un sitio muy malo, los
juegos de no sé qué, me ha dicho que se llamaba.
30
de abril
3
de mayo
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